Después del éxito con el Escarabajo, Volkswagen decidió lanzarse a la aventura de crear un automóvil deportivo basado en la misma plataforma de este último.
Con la ayuda del carrocero alemán Karmann y todos los elementos mecánicos del Tipo 1, se construyó lo que muchos consideran uno de los vehículos estéticamente más bonitos. Su diseño, que cautivó a muchos, era sencillo y con líneas bien planeadas, aunque se podían percibir algunos elementos provenientes del Escarabajo.
Aunque el principal propósito del Karmann Ghia era de ser un auto deportivo, en la realidad esa concepción era diferente. Debido que utilizaba tanto el mismo motor de cuatro cilindros opuestos como la transmisión que se empleaba en el Vocho, estos elementos nunca lograron darle una imagen propia al Karmann Ghia.
Muchos consideran que sus prestaciones eran decepcionantes aunado a que su motor carecía de suficiente fuerza. A pesar de estos inconvenientes, Volkswagen logró vender alrededor de 400,000 unidades durante su primera generación.
El Karmann Ghia también contó con un modelo descapotable que fue muy popular en Alemania durante los años 60.