Nos mudamos de casa

Los tiempos cambian y los sitios evolucionan y este es caso para VWPasión. A partir de ahora a través de un nuevo espacio dedicado a los amantes de Volkswagen encontras nuevas notas y novedades con un nuevo estílo, nuevo diseño pero con el mismo entusiasmo de siempre.

Doy gracias a todos aquellos que tomaron el tiempo de leer y comentar este sitio pero al mismo tiempo los invito a conocer el nuevo formato para los locos amantes de los Volkswagen.

Sigue el enlace para llegar al nuevo sitio que lleva por nombre salpicaderas y espero que lo disfrutes como lo has hecho hasta ahora con VWPasión.

Para llegar a salpicaderas oprime sobre el siguiente enlace : http://salpicaderas.com/

Empieza la nueva experiencía con salpicaderas y no olvides que tú también formas parte de la pasión

Gracias

Un viaje de sueño con una Combi

A lo largo de mi experiencia con el mundo de los automóviles, he encontrado algunos que me han dejado un sabor de boca muy particular.

Por alguna coincidencia en la vida, tuve la oportunidad de manejar una Volkswagen Combi de 1980. Aunque su estado no era lo más perfecto lo esencial estaba ahí. Un volante grande ya usado y una larga palanca para la transmisión manual que me daban ese gusto por emprender el viaje.

El tablero mostraba sus años, el plástico que lo cubría estaba roto y en algunas secciones incluso había desaparecido. Su equipamiento era lo más minimalista, sólo una pequeña palanca con el borde en rojo me recordaba que alguna vez hubo calefacción, aunque un poco innecesario para los climas cálidos. Había también el espacio para el radio, cosa que desde el principio nunca existió, sólo en este hueco se veían los cables y las telarañas dejadas por otros visitantes.

Un viaje de 150 kilómetros fueron suficientes para dejar una huella profunda en mi memoria. Se siente como si uno manejara un gran camión, la altura de su asiento hace sentir que el resto de los vehículos se vean a menor escala. La luz dentro de la Combi es impresionante ya que estamos rodeados por ventanas los 360 grados.

Su motor no era otro que el que portaba el Vocho, sólo que en este caso las dimensiones del vehículo diferían mucho. El tono del motor me resultaba familiar y bastante melancólico y no se diga a la hora de reparar esta pequeña joya de la ingeniería alemana.

Tal vez el viaje no se produjo en un automóvil de gran lujo, ó con gran potencia ó en un último modelo, sino fue en una sólida y bien construida Combi. Este auto sirvió durante 15 años como transporte colectivo, transportando miles de pasajeros a lo largo de su vida.

Tanto andado este vehículo que su kilometraje no es un factor que importe. Esta venerable Combi tomó su jubilación hace algunos años del mundo del transporte público sin con ello dejar de prestar sus servicios en sus tiempos libres. Cualquiera que quiera manejarla, estará garantizado que la Combi le seguirá otorgando ese singular y agradable manejo sin dejar a lado la diversión que siempre caracterizó este modelo.

Jetta GLX VR6 - Pasión con brío

(Para ver la foto más grande tocar en ella.)

Hay ocasiones en que resulta muy difícil el poder describir una pasión, sobre todo cuando se trata de un auto. El transmitir la emoción que emana un automóvil puede ser en ocasiones una tarea difícil, ya que en ocasiones las opiniones pueden ser encontradas.

El Jetta GLX VR6, fue un automóvil que tuvo grandes aspiraciones con ambiciones deportivas muy bien definidas. Este modelo es aún admirado por muchos de sus atributos entre los que destacan su diseño, su tecnología, su comodidad así como su singular motor.

Otra de las características destacables es que el Jetta GLX marcaba el escalón más alto dentro de la gama del Jetta Mk4 con accesorios que sólo se podían encontrar en su hermano mayor el Passat.

El equipamiento de lujo era muy completo siendo esto una de sus cartas fuertes. Entre estos destacaban: un censor de lluvia, asientos y retrovisores con memoria, sistema de climatización electrónico, computadora de viaje y retrovisor interior anti-deslumbrante.

A lo largo de su vida comercial, el motor recibió algunos cambios los cuales contribuyeron a mejorar sus cualidades deportivas. La mecánica corría a cargo del extraordinario motor de 6 cilindros de 2.8 litros que pasó de 177 a 201 HP. Este motor daba una respuesta impresionante con un torque adecuado y consumos promedios. El sonido que emitía el motor era una de sus características más destacables.

Una transmisión automática con modo triptronic de 5 velocidades sacaba provecho de lo que el motor era capaz de hacer. Una suspensión firme así como una dirección precisa nos recordaba la orientación deportiva del Jetta.

El Jetta VR6 en su versión GLX fue un claro ejemplo que el lujo y la deportividad pueden ir a la par. Un modelo aún codiciado por los apasionados de los productos Volkswagen y por aquellos que admiran la tecnología alemana.